Esta semana en el Congreso de la Nación se tratarán leyes fundamentales en defensa de los jubilados y de la educación pública. Desde el Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires apoyamos estas iniciativas parlamentarias y convocamos a movilizar masivamente por su aprobación.
El presidente Javier Milei vetó la Ley de Movilidad Jubilatoria, que fue aprobada por amplia mayoría de las dos Cámaras del Congreso de la Nación. Una ley que recompone y mejora los haberes jubilatorios, cuyo poder adquisitivo cayó drásticamente desde la asunción del gobierno de Milei. Los números son claros: el 30% del ajuste fiscal del Gobierno se hizo sobre las jubilaciones. La motosierra no pasó por la casta sino por los hombres y mujeres que trabajaron toda su vida.
Frente a esta situación, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, en lugar de respaldar a los miles de jubilados de la Ciudad que esperan una respuesta, apoyó la decisión de Milei de vetar la ley. Este miércoles 11 de septiembre la Cámara de Diputados insistirá con la Ley de Movilidad Jubilatoria. Desde el Partido Justicialista de la Ciudad estaremos presentes en la movilización convocada frente al Congreso para defender a los jubilados y el fin de semana con mesas en toda la Ciudad para alcanzar 1 millón de firmas en contra del veto.
El jueves 12 será un día clave para la educación pública: se trata en el Senado la Ley de Financiamiento Universitario, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados. Una ley que garantiza el presupuesto que necesitan las universidades para su funcionamiento y el pago de los salarios: hoy el 80% de los trabajadores y trabajadoras de las universidades está por debajo de la línea de la pobreza. Desde el peronismo defendemos la universidad pública, gratuita y de calidad, una bandera fundamental e histórica de nuestro movimiento desde el establecimiento de la gratuidad universitaria por parte del General Perón hace 75 años.
Por último, el Senado tratará el DNU que le otorgó $100 mil millones a la SIDE para Fondos Reservados. Este decreto expone las prioridades del Gobierno: destinan millones de pesos para los servicios de inteligencia, sin rendir cuentas, mientras le niegan a los jubilados un ingreso digno y a las universidades un presupuesto adecuado.
En la misma línea, impulsan una baja de impuestos para los más ricos, la reducción del Impuesto a los Bienes Personales, que tiene exactamente el mismo costo fiscal que la ley de movilidad jubilatoria que vetaron. Para los jubilados no hay plata, para los ricos sí.
Frente a un Gobierno nacional que privilegia a unos pocos mientras somete a la miseria a la gran mayoría de la población, frente a un jefe de Gobierno que está más preocupado en acompañar a Milei que a los porteños y porteñas, el peronismo de la Ciudad está unido y movilizado, por el trabajo, por la educación, por los derechos y la dignidad del pueblo argentino.